Artículo escrito por Marta Macho Stadler, profesora de la UPV/EHU y editora de Mujeres con ciencia
Imagina que se te acerca una persona en la calle, micrófono en mano, y te pide que le des el nombre de un científico; es probable que te acuerdes de Albert Einstein, o quizás de Charles Darwin, Louis Pasteur,… La pregunta la ha realizado en masculino –‘genérico’ según algunas personas–, con lo que es probable que ni se te ocurra citar a una mujer. Imagina que insiste, y te pide que cites a alguna científica: ¡Marie Curie! ¿Y, alguna más? Probablemente no puedas nombrar a otras. Sin embargo, ha habido y hay muchas mujeres que han aportado su saber y su trabajo al avance de la ciencia. Es cierto que, en su mayoría, en la sombra. Muchas de esas mujeres no tuvieron una formación reglada, porque no se les permitía estudiar. Ellas, de manera autodidacta o aprendiendo con profesores particulares, trabajaron con tesón y colaboraron en la gran aventura de la ciencia.
Hoy en día, las mujeres accedemos con libertad a cualquier estudio. Las universidades tienen en sus aulas más mujeres que hombres. Sin embargo, la gran mayoría de las científicas siguen ocupando un segundo plano en laboratorios y grupos de investigación, que siguen siendo liderados por hombres. Ellos consiguen el reconocimiento y los premios importantes –llevamos dos años consecutivos en los que los Premios Nobel de ciencia recaen íntegramente en varones–, y eso contribuye a hacer a las científicas aún más invisibles.
Las mujeres tenemos derecho a decidir qué estudiar sin ningún tipo de discriminación. La mayoría de las creencias, los complejos y los sesgos respecto a las mujeres y la ciencia están alimentados por los estereotipos que conducen a muchas jóvenes a abandonar cierto tipo de disciplinas. La sociedad pierde un talento extraordinario ‘impidiendo’ que tantas mujeres desarrollen sus enormes habilidades.
Desde Mujeres con ciencia, uno de los blogs de la Cátedra de Cultura Científica de la UPV/EHU, queremos aportar nuestro granito de arena para intentar revertir esta situación. Rescatamos historias de científicas pioneras cuyos esfuerzos y logros han estado al servicio de los varones cercanos, y damos voz a las mujeres de hoy en día que se dedican con pasión a la ciencia. Sin referentes es difícil que las jóvenes piensen que la ciencia es una buena opción para ellas. Las historias contadas en Mujeres con ciencia desean contribuir a que las científicas de antes y ahora sean conocidas y reconocidas: son los modelos a seguir por nuestras niñas.
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