Como mujer a los 50 comprendes que la cuenta atrás ha comenzado y que la vida se te hace demasiado breve como para seguir manteniendo inútiles discusiones o luchar contra circunstancias que escapan a tu control. Reseteas y olvidas aquello que en el pasado te dejó herida. Te empoderas e impides que el miedo te paralice. Luchas por lo que realmente anhelas.
A los 50 comprendes que eres la única responsable de tus acciones, que nadie es culpable de lo que te acontece. Sólo tú (bueno, y tus hormonas que juegan en campo contrario…) eres responsable de tu destino, de tu bienestar.
Echas una mirada al pasado y te arrepientes, perdonas, olvidas, aprendes y descubres que lo que diste, regresa, que lo que sembraste crece y que el futuro es el presente. Que es tu momento y has de disfrutarlo.
Para ello descubres que es fundamental sentirte bien en tu propia piel. Que si tú estás bien, lo demás funciona, que debes cuidarte y quererte sin sentirte culpable. Que dedicarte tiempo no es sinónimo de egocentrismo, sino que lo mereces. Debes cuidarte por dentro y por fuera, alimentando no sólo tu cuerpo sino también tu espíritu. Eres responsable de tu salud y bienestar. Debes concederte momentos y seguir los consejos de tu coach en salud (nutricionista, médico estético, ginecólogo…) para poder afrontar y llevar con naturalidad los síntomas propios del declive hormonal y preparar tu cuerpo para la madurez.
Ejercicio físico, trabajo, vida personal… a los 50
El ejercicio físico moderado pero constante es fundamental. Viaja siempre con zapatillas y ropa de entreno. En cualquier hotel, en cualquier ciudad puedes practicas tus rutinas físicas. Come exquisito y selecciona los alimentos más ricos en aportes fundamentales: ácidos grasos esenciales, proteínas de alta calidad, y suprime hidratos de índice glucémico elevado y calorías vacías. De tu alimentación va a depender tu estado físico, el de tu piel y tus hormonas. Pide consejo micronutricional para que tu organismo siga disfrutando de los aportes que fisiológicamente ya no produce, como encimas, vitaminas y neuromediadores que se pierden con la edad. Éste es el secreto de un aspecto juvenil, una alimentación seleccionada y complementada con ayuda de un profesional.
En cuanto a lo profesional, a los 50 demuestras que los logros son fruto del esfuerzo, que tu trayectoria laboral y la experiencia te permiten aconsejar y dirigir con excelencia. Que los problemas deben afrontarse con serenidad y que debes obviar opiniones que lejos de aportar, te impiden avanzar.
En lo personal la vida a los 50 te da la oportunidad de saber cómo y con quién quieres avanzar. Te sientes a gusto en tu propia piel y sabes cuál es tu esencia, sin pretender ser el reflejo de nadie. La feminidad a los 50 te permite crear una consciencia individual, no colectiva. Sólo persigues aquello que aporta, obvias lo que te resta energía y descubres lo que realmente es importante.
Artículo escrito por la Dra. Imma González de CISIG