Las vacaciones de verano van tocando a su fin. El otoño y el cambio de temperaturas se acercan. Nuestros hijos e hijas pronto empezarán las clases. Estamos en el momento ideal para que catarros y gripes campen a sus anchas. Pero que no cunda el pánico, todavía estás a tiempo de fortalecer el sistema inmunitario.
Nuestro organismo cuenta con una protección natural tremendamente valiosa: el sistema inmunitario. Su misión es segregar anticuerpos para destruir los organismos invasores y se trata de un mecanismo muy delicado que puede verse afectado por innumerables factores, desde bacterias, hongos y virus, hasta la contaminación, el estrés o los cambios de temperatura. Un cansancio exagerado, un cabello más frágil o heridas que tardan más de lo habitual en cicatrizar pueden ser indicativos de que tu sistema inmunitario se ha debilitado.
Unas defensas bajas no solo facilitan el contagio, sino que, además, propician que, una vez enferma, la infección dure más. Por eso es muy importante que, en épocas como esta, tomes las medidas necesarias para fortalecer tu sistema inmune.
Los pilares de unas superdefensas
Como te decíamos, son muchos los factores que afectan a las defensas del organismo. Algunos de ellos, como la contaminación o los cambios de estación, son externos y, por tanto, están fuera de tu alcance. Hay otros, sin embargo, sobre los que sí tienes control. Son los que resumimos a continuación:
- Una dieta saludable y equilibrada que te aporte todos los nutrientes que necesitas. En este sentido, son especialmente importantes los alimentos ricos en vitaminas A, C, D y E, zinc y hierro. También son muy recomendables el pescado azul, los frutos secos o el aceite de oliva por su contenido en grasas monoinsaturadas y los productos lácteos fermentados como el kéfir o el yogur. Además, hierbas y especias como la equinácea, el clavo o la canela favorecen el sistema inmune subiendo la temperatura corporal, acelerando el metabolismo y estimulando la circulación. Por el contrario, debes evitar las grasas saturadas y trans, los pesticidas y metales pesados y los azúcares refinados. En este enlace podrás ver los alimentos saludabes para tu dieta en otoño
- Descansar bien. Muchos de los procesos imprescindibles para que tu organismo funcione correctamente se producen mientras duermes, por eso un sueño suficiente y de calidad es muy importante. También para tu sistema inmunitario. Además, si no duermes bien estarás más cansada y será más fácil que tomes azúcares o cafeína, enemigos de tus defensas.
- Evitar el estrés. Un nivel alto de estrés está directamente relacionado con un sistema inmunitario más débil, por eso minimizar tu estrés te ayudará a combatir los contagios.
- Huir del sedentarismo. Cuando practicas deporte moderado de forma regular tu temperatura corporal sube, se reduce tu estrés, estimulas tu circulación y eliminas toxinas a través del sudor. Todo ello redunda en un sistema inmunitario más fuerte.
- Mantenerse hidratado. Si bebes al menos 1,5 litros de agua al día, eliminarás toxinas, mantendrás húmedas tus mucosas y prevendrás que los gérmenes se adhieran a las paredes de tu nariz y tus pulmones.
Además, para asegurarte de que estás tomando todos los nutrientes necesarios, puedes tomar suplementación. Un buen ejemplo es Leotron Vit.C, un complemento efervescente de agradable sabor a naranja que contiene vitamina C, zinc y selenio, que contribuyen al funcionamiento normal de nuestro sistema inmunitario y a la protección de las células frente al daño oxidativo. Con solo un comprimido al día junto al desayuno, Leotron Vit.C te ayudará a plantar cara a los microrganismos reforzando tus defensas en épocas de frío o de cambios de estación.
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