Feminizar la Justicia . Entrevista a las magistradas Glòria Poyatos y Mar Serna de la AMJE
-¿Cómo surge la idea de crear la AMJE, Asociación Mujeres Juezas de España?
El origen de nuestra Asociación se halla en Australia. Fue en verano de 2014 cuando conocí en Brisbane, a tres magistradas de la Corte del Tribunal Supremo del Estado de Queensland. Ellas me hablaron de la existencia de la “International Association of Women Judges“(IAWJ), que es una potente organización internacional fundada en 1991 con más de 4.700 juezas asociadas en un total de 75 países, desde Afganistán hasta Zimbabue y con representación territorial en más de 30 países.
Esta Asociación aborda el problema de la discriminación y la violencia de género desde un punto de vista global e internacional, y da apoyo a las mujeres juezas para promover su acceso a la carrera judicial especialmente en los países más degradados en derechos humanos. De vuelta en España contacté con la sede de la IAWJ en Washington e inicié contactos con la magistrada de la Corte de Apelación del Distrito de Columbia (Washington D.C.), Vanessa Ruiz ,una de las responsables del órgano ejecutivo de la IAWJ, que nos dio todo su apoyo para promover la creación de la Asociación de Mujeres Juezas de España. Finalmente , y gracias a un magnífico equipo de 11 juezas con las que me une mucho más que empatía y valores comunes, hicimos realidad esta Asociación , a través de la cual focalizamos un esfuerzo compartido, conocimientos, experiencias, energías, ilusiones y una lucha común por los derechos humanos de las mujeres.
La necesidad de una Asociación de Juezas en nuestro país se hace evidente si tenemos en cuenta que la carrera judicial cuenta con su propio techo de cristal, pues siendo el 52% de la judicatura española femenina sólo el 13% del Tribunal Supremo esté ocupado por mujeres. Ello es un anacronismo que evidencia el machismo institucional de la Justicia española. Y también entre nuestros fines está la defensa de los derechos humanos de las mujeres en general con independencia de su profesión. En Europa, según estadística elaborada por Eurostat, la brecha salarial de género, considerando el salario hora bruto, coloca a las mujeres a una diferencia económica respecto a los hombres del 16,3%, aunque en España se sitúa en un 19,3%.No obstante, los resultados de la Encuesta Anual de Estructura Salarial que analiza salarios brutos anuales determinan que en el año 2013 la diferencia se sitúa en un 24%.
Las mujeres europeas utilizan las contrataciones parciales en un 34’9%, frente al 8’6% de los hombres, lo que las hace candidatas ideales al percibo de famélicas pensiones que aumentan el riesgo de pobreza, que también encabezan en comparativas de género.
Además, estamos en una sociedad que penaliza objetivamente la maternidad, pues no puede entenderse de otro modo que las trabajadoras con hijos cobren unos salarios un 5% inferiores a los percibidos por las que no tienen descendencia.( Informe sobre la brecha salarial de género y la brecha salarial por maternidad, de la OIT de marzo 2015).
Desde la AMJE Luchamos contra todo tipo de discriminación de género, pero sobre todo, contra su cara más feroz, la violencia de género en todas sus modalidades, una lacra estructural que debe ser considerada una cuestión de estado, que también reivindicamos.
El porcentaje de mujeres que sufren algún tipo de violencia es muy elevado. A nivel mundial, y según datos de la ONU, el 35% de las mujeres y las niñas sufren alguna forma de violencia física o sexual a lo largo de sus vidas. Una cifra que en algunos países asciende al 70%.
Sus consecuencias perduran durante generaciones. En España, según el avance de la Macroencuesta de Violencia contra la Mujer 2015 elaborada por la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género, el 12,5% de las mujeres han sufrido violencia física y o violencia sexual de sus parejas o exparejas en algún momento de su vida. Datos que, sin duda, nos llevan a rebelarnos.
-¿Cómo se convierte a la Justicia en una estructura administrativa igualitaria?
No debemos obviar que hasta el año 1977 no ingresó en nuestro país, por oposición, la primera mujer jueza, lo que explica, sólo en parte, ciertas desigualdades actuales. Hoy no hay limitaciones para el acceso de las mujeres a la justicia, y, de hecho, desde hace ya unos años del total de personas que ingresan en la carrera judicial el porcentaje mayor son juezas.
Es en la promoción, especialmente en los puestos de nombramiento discrecional donde se producen las diferencias, ya que bien se prioriza el nombramiento de jueces o se establecen como méritos aspectos aparentemente neutrales pero que perjudican mayoritariamente a las juezas (antigüedad, cursos de formación o docencia, aspectos
estos últimos en los que las mujeres juezas no realizan por las necesidades de conciliación con su vida personal)
Entendemos que la única forma es la puesta en marcha de medidas de acción positiva a favor de las mujeres juezas que opten a estos puestos. Esta es una medida aislada que debe ir acompañada de muchas otras, como por ejemplo, la utilización de lenguaje no sexista, ya que su ausencia hace que permanezcamos invisibles.
-¿Cómo imagináis que debería ser una sociedad “ideal” para las mujeres en un futuro cercano? En términos de Seguridad, Igualdad, Oportunidades, Justicia, Bienestar…
En los últimos años hemos dado en este país pasos de gigante, si comparamos con la realidad de hace treinta años. Ahora bien esa igualdad legal no se corresponde con la igualdad real y efectiva. No sólo necesitamos que las leyes de igualdad se cumplan, sino que debemos promover un cambio social, cultural y de valores.
Tendremos una sociedad igualitaria cuando los indicadores de esos diferentes aspectos (violencia, pobreza, desempleo, salarios, pensiones…) nos muestren que la igualdad de oportunidades se ha traducido en una igualdad de resultados. Una sociedad en la que mujeres y hombres estemos en plano de igualdad en las relaciones personales, familiares, de pareja, de trabajo y que la maternidad no se vea como un obstáculo en las relaciones profesionales.
Si no incidimos en esos cambios sociales y nos limitamos a aprobar leyes que por sí solas no promueven esa necesaria transformación, seguiremos perpetuando las diferencias actuales.
-¿Cómo se rompe el Techo de Cristal en la Justicia? Desde vuestra experiencia y visión de Magistradas ¿Creéis que el sistema de cuotas sería el recurso adecuado para alcanzar un mayor nivel de igualdad en el ámbito de la Justicia? o ¿Abogáis por otros sistemas?
El sistema de cuotas se ha demostrado válido en diferentes ámbitos, especialmente en el de la política, dónde la mayor presencia de mujeres en el Parlamento es un claro logro. Ahora bien, en otras esferas cómo es en el ámbito empresarial vemos que los puestos de responsabilidad están ocupados mayoritariamente por hombres, por eso se promueve a nivel comunitario la existencia de cuotas de mujeres en los consejos de administración.
El poder judicial no tiene que ser ajeno a esa necesaria implantación de medidas de acción positiva, para lograr que la igualdad sea un hecho a todos los niveles de la carrera judicial. Ya existe una Comisión de Igualdad dentro del Consejo General del Poder Judicial, pero se le debe dotar de más instrumentos para que pueda impulsar de forma efectiva la igualdad en la justicia.
Sin embargo, no nos olvidamos de la necesidad de promover un acceso igualitario a la justicia de mujeres y niñas. Carecemos de estadísticas que confirmen quiénes acceden mayoritariamente a la justicia y en que condición (parte demandante, parte demandada, víctima…), aunque deducimos que son mayoritariamente hombres. Nuestro objetivo es el remover todos aquellos obstáculos que puedan limitar la tutela judicial efectiva de mujeres y niñas.
-Para influir en las grandes decisiones de país, en las agendas, hay que estar en las mesas de negociación dónde se toman las decisiones. No “parece” que la visión de la mujer se contemple en ninguna de las grandes decisiones de país que se han tomado en los últimos años, Reforma exprés de la Constitución, Recortes Sociales, Reforma Laboral…Normalmente son siempre los hombres quienes toman esas decisiones y al final, las mujeres somos quienes sufrimos en mayor grado sus consecuencias, en sentido negativo, como ya se ha demostrado a través de diversos estudios… ¿Qué podemos hacer? ¿Tenéis alguna sugerencia?
Cierto, la crisis ha tenido un mayor impacto en las mujeres, que son las que padecen la mayor tasa de desempleo, su desempleo es de más larga duración y le cuesta más encontrar un trabajo. Además, cuando lo encuentran es a tiempo parcial –en nuestro país el 64 por ciento involuntario, frente al 29 por ciento en la Unión Europea- y con salarios más bajos.
La perspectiva de género y la transversalidad debe estar presente en todas las decisiones políticas, en la normativa que se apruebe y en la negociación colectiva, sin olvidar otros aspectos, como por ejemplo, la salud. Conocer y evaluar como una determinada decisión afecta a la mitad de la población debe ser obligatoria siempre que continúen las desigualdades entre hombres y mujeres.
Junto a ello, se debe promover mayor presencia de mujeres en la economía y en las organizaciones sindicales y empresariales. Hoy la economía tiene género masculino, sólo hace falta ver cualquier imagen relativa a foros económicos, empresariales, o negociaciones de pactos económicos y sociales, en los que un gran porcentajes son hombres.
-¿Cuáles son las principales medidas que sugerís para la Conciliación en el ámbito de la Justicia?
Desde la AMJE, hacemos dos propuestas específicas para avanzar hacia la igualdad dentro de la judicatura.
La primera, es una modificación en el sistema de valoración curricular para el acceso a cargos de alta responsabilidad gubernativos y jurisdiccionales. Debe valorarse el tiempo dedicado a los cuidados familiares por jueces y juezas, por ser una inversión útil en su formación emocional y hacerlos más habilidosos en la toma de decisiones.
Y la segunda propuesta es la implementación de medidas pro-conciliación, como es una disminución de cargas de trabajo judiciales, aplicable por igual a jueces y juezas por hijo menor de doce años o familiar dependiente a cargo. Este beneficio constituye un derecho individual de hombres y mujeres, pero sólo podrá ser ejercido por uno de los progenitores, caso de ser ambos miembros de la carrera judicial.
-“La Justicia española es poco eficiente, de escasa calidad y una de las menos independientes de Europa” (Según el Cuadro de Indicadores de la Justicia en la Unión Europea correspondiente a 2015) ¿Cuáles creéis que son las causas y cómo se puede caminar…hacia un nivel superior?
Tradicionalmente, en nuestro país ha habido escaso interés político en invertir en la justicia, desconociendo que una justicia rápida, eficaz y transparente es un elemento básico de la competitividad de los países. ¿Qué empresa o trabajador/a, por ejemplo, pueden comprender que se tarden años en resolver las cuestiones que hayan planteado ante los tribunales?. La justicia necesita no sólo más medios personales y materiales, sino también una adaptación a la realidad social y económica del siglo XXI, revisando las estructuras caducas, con el objetivo de conseguir una mayor calidad y eficiencia de nuestro sistema judicial.
-¿Cómo “enseña” la magistratura a sus miembros el concepto de Imparcialidad? Aquello de ajustarse a los “hechos” con objetividad y profesionalidad ante un “caso”, para realizar una sentencia “Judicialmente impecable” sin sombras de dudas sobre el sesgo partidista/sexista” ¿Qué criterios se utilizan? ¿Existe un test de chequeo de la Imparcialidad?
Según el Tribunal Constitucional “la imparcialidad es una garantía tan esencial de la función jurisdiccional que condiciona su existencia misma. Sin juez/a imparcial no hay, propiamente, proceso jurisdiccional” (sentencia 11/2000). El derecho a un juez o jueza imparcial, es además un derecho fundamental de la ciudadanía, a través del art. 24 de la Constitución, que consagra el derecho a un proceso con todas las garantías, entre ellas el derecho a un/a juez/a predeterminado por la ley.
La imparcialidad judicial es un derecho de la persona usuaria de la justicia y un deber del magistrado/a que se incluye en el temario de oposición a la carrera y se amplía durante la formación en la escuela judicial, pero cuando se desarrolla realmente es durante el ejercicio de la actividad jurisdiccional, existiendo causas de abstención tasadas legalmente que permitan a los jueces/zas apartarse de un procedimiento donde pueda peligrar esa imprescindible imparcialidad que requiere la justicia.
Pero para lograr una justicia Igualitaria, la imparcialidad debe descansar en una impartición de justicia con perspectiva de género, que exige la formación de la carrera judicial con una perspectiva crítica del derecho, desde el género y aprender a razonar con argumentos jurídicos, desde la igualdad.
Promover la igualdad desde dentro de las instituciones, es una necesidad urgente y un proceso a largo plazo que necesita un mecanismo interno que lo impulse continuamente, mediante acciones de formación, investigación, diagnóstico y creación de políticas internas para la igualdad de género.
Desde la AMJE queremos promover buenas prácticas judiciales, con enfoque de género y demostrar que es posible hacer justicia sin estereotipos de género, que va a incidir positivamente en la vida de las personas, hombres y mujeres.
-Una de vuestras propuestas se basa en el impacto de la guerra en las mujeres y niñas ¿Cuál es vuestro análisis del acuerdo de la UE sobre los refugiados. Y si…estuvieras vosotras en la responsabilidad de resolver esta situación ¿Qué medidas habrías sugerido?
El Manifiesto emitido por la AMJE el pasado 19 de marzo de 2016 , bajo el título “Luchando por una Europa más humana”, recoge explícitamente nuestro rechazo al pacto de la UE y Turquía, porque entendemos que vulnera no sólo el artículo 19 de la Carta de Derechos Fundamentales de la UE y los principios del derecho originario de la UE, sino también otras normas internacionales (Convención de Ginebra).
Además, nuestra reivindicación por el respeto de los derechos humanos de miles de refugiados, se intensifica necesariamente en el caso de las mujeres y menores, (que fueron un 34% del total de refugiados que llegaron a la costa mediterránea en 2015), y que han visto multiplicados los devastadores efectos de una travesía a ninguna parte. Un oscuro viaje a la Europa menos humana, en el que junto al frío, el miedo y el hambre se añade otro terrible peaje de género, el de los abusos sexuales. En unos casos, se utiliza la violencia sexual como moneda de cambio para el pago del viaje y en otros, como un medio para obtener alimentos o dinero, cuando ya no les queda nada.
Por ello, deben extremarse las medidas de control por parte de los países europeos de tránsito, para garantizar la seguridad de los refugiados, especialmente mujeres y menores.
Las soluciones a la crisis de refugiados, no son fáciles, pero no debe olvidarse que las armas utilizadas en el conflicto bélico del que huyen se suministran desde UE ( Alemania es el tercer mayor exportador de armas del mundo) y EEUU. Por ello es nuestra responsabilidad poner fin a la guerra y darles una acogida digna, al menos hasta que finalice el conflicto, en los países de la UE, a través de una asignación determinada por cada estado. En septiembre 2015, la UE se comprometió a reubicar a 160.000 refugiados, pero ello nunca se cumplió.
La salud de las mujeres juezas. ¿Cuál creéis que es el factor determinante para disfrutar de una buena salud en vuestra profesión?
El judicial ha sido el último colectivo europeo desterrado de la prevención de riesgos, hasta el año 2015, en que fue aprobado el primer Plan de Prevención de Riesgos Laborales para la carrera Judicial. El riesgo profesional más virulento en la judicatura es sin duda alguna el estrés, que deriva de una endémica exposición a cargas de trabajo judiciales irrazonables. Los jueces y juezas de este país, deben realizar su actividad jurisdiccional en juzgados sobrecargados y sin los necesarios medios humanos y materiales que les permitan impartir una justicia ágil. Una justicia lenta no es Justicia.
Pero las juezas padecen todavía más que ellos , el azote del estrés , tal y como se evidenció en la encuesta de riesgos psicosociales efectuada por la Asociación profesional Jueces para la democracia en junio de 2014, que detectó una enorme distancia en el indicador de doble presencia, que evidencia que la exposición a riesgos psicosociales afecta un 23,52% más a las juezas que a los jueces, por motivo de la conciliación de la vida laboral y familiar que sigue dependiendo de ellas y se ven más afectadas por la falta de evaluación de riesgos y por la falta de planificación de la actividad preventiva en materia psicosocial, que también incluye el acoso. Por ello, recientemente (febrero 2016) ha sido aprobado por el CGPJ un protocolo de actuación frente al acoso sexual, al acoso por razón de sexo, al acoso discriminatorio y al acoso y violencia en la carrera judicial, que pronto arrojará estadísticas desagregadas, hasta ahora inexistentes en la judicatura, sobre las víctimas de acoso dentro de la justicia.
¿Qué opináis del Women 360 Congress? Un congreso pensado para la mujer directiva y empresaria desde un enfoque holístico de la salud, el bienestar y el liderazgo femenino.
En una sociedad androcéntrica aportar la perspectiva de las mujeres desde distintos puntos de vista resulta esencial. Las directivas y empresarias en sus respectivos ámbitos profesionales tienen dificultades específicas que, sin duda, afectan a su salud y a su bienestar. Concienciarnos de la importancia de mantener el necesario equilibrio físico, psíquico y mental y gestionar adecuadamente las emociones y el estrés beneficiará nuestra salud. No tenemos esas herramientas que son fundamentales para liderar nuestro proyecto profesional, sin menoscabar nuestro bienestar.
Deseamos, que al igual que anteriores ediciones, el Women 360º Congress alcance un gran éxito en esta próxima edición. La importancia de las cuestiones a tratar y de las personas que realizarán las ponencias son una garantía de que ese objetivo se logrará.
Para saber más sobre la AMJE:
Web: http://www.mujeresjuezas.es/
Twitter: @mujeresjuezas
Puedes seguir a la magistrada Glòria Poyatos en @medeapoma
Puedes seguir a la magistrada Mar Serna en @marsernac