En la nueva era de la cosmética, la cosmética inteligente, ya ha llegado. El nuevo paradigma que mueve el mundo cosmético es la genética.
Las futuras investigaciones en el mercado cosmético van encaminadas no sólo a eliminar o reducir los signos de la edad, sino que se centran en prevenirlos y retrasarlos, adelantándose a lo que van a devenir en el proceso de envejecimiento e interviniendo antes de que ocurra.
Hoy en día, el campo de la dermatología cosmética está al borde de una revolución científica y los avances en la industria cosmética ya no se centran en investigaciones farmacológicas sino biológicas, y la ciencia del cuidado de la piel es cada vez más sofisticada. Gracias a los recientes avances en el campo de la genómica personal, ahora es posible determinar la predisposición genética al envejecimiento a partir de una muestra de células bucales.
Recientes investigaciones demuestran que el envejecimiento, como en la mayoría de procesos y enfermedades humanas, es un fenómeno complejo en el que inciden múltiples factores. Existe una amplia evidencia de que la salud de la piel viene determinada por la interacción entre la genética y los factores medioambientales.
Estudios realizados en gemelos idénticos sugieren una importante contribución genética a la edad percibida de una persona (en un 60%), mientras que el 40% de la variación es debida a factores ambientales y de estilo de vida.
Nuestro proceso de envejecimiento vendrá predeterminado en un 60%, por factores genéticos, por nuestro ADN, vendrá impuesto por los genes de nuestros padres, abuelos, bisabuelos…Pero por otro lado, también influirán factores ambientales como la no exposición solar, vivir en zonas no contaminadas, etc.; y los factoresdeestilo de vida como no fumar, dormir bien, ser optimista, realizar ejercicio periódico, ejercitar la mente, llevar una vida tranquila sin estrés, una buena alimentación…que asegurarán un excelente estado de nuestra piel y un aspecto saludable y, por supuesto, también posibilitarán esa transición hacia una vejez larga y feliz.
Desde el punto de vista cosmético, tiene una gran relevancia ya que la genética puede determinar la predisposición de cada persona a envejecer de una determinada manera.
Amalia Lafuente, Catedrática de Farmacología de la Facultad de Medicina de la Universitat de Barcelona, en su conferencia “Genética del envejecimiento: detección de una mayor predisposición” en el último Congreso Nacional de la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME), y publicado en su revista científica, ya introdujo esta nueva tendencia:
“La dieta, el ejercicio físico, la exposición al sol o el acceso a los Servicios Sanitarios, por ejemplo, influyen en el conjunto de factores ambientales o de estilo de vida. Existen diversos estudios poblacionales de longevidad, como el de Okinawa, que señalan la importancia de estos estilos de vida. En el otro lado, los genes más estudiados en relación con la longevidad son aquellos que participan en las vías de señalización (IGF1 y el gen Klotho), la resistencia al estrés (SIRT3), los procesos inflamatorios y oxidativos (HLA, SOD), la protección cardiovascular (ApoE) o la reparación del ADN. Para poder realizar un estudio predictivo de la sensibilidad o la resistencia de cada individuo al envejecimiento, deberemos conocer cada uno de esos factores (tanto ambientales como genéticos) así como su contribución al mismo….
Los modelos predictivos genéticos que se utilizan actualmente se basan en modelos bioinformáticos como los que se usan en otras ciencias como la meteorología.
Se parte de bases de datos retrospectivas en donde se han establecido asociaciones previas, el modelo analiza los datos acumulados y sus interacciones y los agrupa de manera que permita identificar lo más claramente posible, las situaciones de riesgo. En el caso del envejecimiento, combinaría todos los genes y sus variantes más desfavorables en el grupo de individuos con susceptibilidad al envejecimiento prematuro. Estos estudios permitirán identificar aquellas personas más predispuestas, ya en su juventud, con el objetivo de intervenir tempranamente, favoreciendo hábitos de vida saludables y terapias complementarias”
También, el Dr. José López Trigo, presidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, declaraba recientemente en EFE Salud que “se envejece como se ha vivido, pero en gran parte condicionados por la genética, ya que los genes aportan alrededor de un 60% en el envejecimiento y el resto depende de factores ambientales, modificables por la persona con buenos hábitos”
Mirar en nuestro ADN para determinar las fortalezas y debilidades de nuestra piel y utilizar esta información, junto con el resto de datos observados de estilo de vida y situación actual de la piel, permite crear un régimen de cuidado dermatológico personalizado o individualizado para cada persona.
Tradicionalmente el cuidado de la piel se ha realizado con buenos ingredientes, pero una mujer puede estar utilizando una línea de productos enfocados en la creación de colágeno y, sin embargo, su genética haga ya un gran trabajo para producir y mantener el colágeno y lo que realmente necesite sea un tratamiento que actúe contra su falta de hidratación.
La Genocosmética es la disciplina que integra los avances en genética y proteómica en el conocimiento de las diferencias individuales y desarrolla Tecnologías de Diagnóstico innovadoras para definir las variables críticas personales dermogenéticas que permitan una estrategia individual de Tratamiento cosmético anti-edad.
Artículo escrito por Genoxage http://www.genocosmetics.com/