El cibermundo de nuestros hijos
Artículo de Pilar Tintoré, Abogada especializada en familia. Profesora en el Máster de Derecho de Familia e Infancia; Postgrado en Infancia, Protección de la persona y adopción de la Universidad de Barcelona. Profesora de Derecho de las tecnologías de la Información y la comunicación (TIC), en el Máster en Derecho Digital y Sociedad de la información de la Universidad de Barcelona/IL3. Es miembro de la junta directiva de ENATIC ( Asociación de Expertos Nacionales de la abogacía TIC).
Aquellos profesionales que nos dedicamos al derecho de las tecnologías de la información y la comunicación, y en especial a la protección de los derechos de la infancia y la adolescencia, hemos podido comprobar que en este mundo digital en el que nos encontramos inmersos, muchos padres se ven impotentes ante la fuerza con que las nuevas tecnologías han entrado en sus vidas, y particularmente en la de sus hijos.
Hemos de tomar en consideración que los padres tienen, respecto de sus hijos, la obligación de cuidarlos y el deber de educarlos, y justamente por este motivo, un acto de responsabilidad es conocer las ventajas e inconvenientes que las nuevas tecnologías representan para sus hijos. Debemos saber si son capaces de proteger su intimidad cuando hacen uso de las redes sociales, comprobar si son cautelosos a la hora de manejar sus datos personales en internet etc.
Las nuevas tecnologías son herramientas que mejoran la formación y futuro de nuestros hijos y por ello debemos facilitarles su manejo. Hay que asegurarse de que entienden su funcionamiento, de que conocen las normas básicas de seguridad, por ejemplo: que no facilitan información personal cuando navegan por las redes sociales, que no se citen con desconocidos, que tiene cuidado con las imágenes que envían, tanto suyas como de amigos. Han de llegar a entender que dar información privada por internet es dejar entrar en nuestros hogares a desconocidos.
Cuando recordamos las preocupaciones y consejos que nuestros padres nos daban para garantizarse nuestra seguridad, pensamos en frases como: “cuando estés solo en casa no abras la puerta a extraños”, “cuando vayas por la calle no hables con desconocidos”, “si alguien te para y te ofrece un caramelo no lo cojas”, “no vuelvas sólo por la noche” etc. Alguien podría decir que estos consejos ya no son útiles, pero ese pensamiento es erróneo, no hay tanta diferencia entre esos mensajes y los que ahora podemos darles a nuestros hijos para su seguridad. Realmente los problemas y preocupaciones que tuvieron nuestros padres e incluso nuestros abuelos no han cambiado, lo único que ha variado es el medio en el que suceden, es decir se ha modificado la forma que todos tenemos de relacionarnos con los demás.
Es indiscutible que nuestros hijos han nacido en un entorno digital, debemos dejarles disfrutar de las ventajas que ese mundo les proporciona, aunque ello nos obligue a tener que acompañarlos en su proceso y protegerlos. Así que no queda más remedio que adaptarnos a su “cibermundo”, y por tanto hay que conocer cómo funcionan las tecnologías que utilizan.
Las Redes sociales son sistemas de interacción social, a través de las cuales, nuestros hijos se invitan entre ellos a la participación, a la difusión de contenidos y en general, a la comunicación y al encuentro social. Son muy utilizadas porque les permiten expresarse libremente y pueden establecer vínculos de amistad con gente de cualquier parte del mundo.
Las nuevas tecnologías son herramientas que mejoran la formación y futuro de nuestros hijos
Internet puede llegar a comprometer la seguridad de nuestros hijos, pero sólo si no se tiene un conocimiento claro de su manejo. Resulta imprescindible aprender sobre los beneficios que las nuevas tecnologías representan para nuestros hijos, así como conocemos cuál es el manejo correcto de los dispositivos que utilizan y qué peligros existen en las redes sociales.
Cuando hablamos de los beneficios que representan las nuevas tecnologías, nos referimos a las ventajas que el uso de este tipo de herramientas representan para ellos. Internet ocupa un lugar muy importante en sus vidas, tanto en el ámbito social como educativo. Ese entorno digital, es un mundo fantástico que despierta su curiosidad y les invita a la creatividad, ¿porque no aprovechamos esta oportunidad para demostrarles que a nosotros también nos interesaría conocer más de su mundo digital? Podríamos empezar pidiéndoles que nos enseñen y acerquen a su cibermundo, los niños y adolescentes son más receptivo a enseñarnos de lo que nos pensamos, sólo hay que darles la oportunidad de hacerlo. Al fin y al cabo, el objetivo final de esta incursión no es otro que el de poder ayudarles y protegerles. Esta actitud nos acerca a ellos y genera un frente común, ellos son conscientes de nuestra debilidad digital, pero si no les mostramos interés por conocer su mundo, se aíslan, lo que sin duda es un error para todos.
Cuando hablamos de conocer el correcto manejo de los dispositivos que utilizan los menores, nos referimos a saber cuáles son las plataformas que usan; las paginas por las que navegan habitualmente; las herramientas de protección que existen a nuestro alcance, como los “controles parentales”; y como poder instalar un software de seguridad que nos permita evitar que nuestros hijos entren en contenidos inapropiados, o de que medidas de seguridad disponemos para controlar el acceso a los dispositivos electrónicos con los que se conectan a internet, ya sean «Smartphone» o tabletas, sin olvidar que ello no nos autoriza a espiar a nuestros hijos.
Un aspecto que preocupa bastante a los padres es la edad en que debería autorizarse la utilización de la telefonía móvil. Sobre esta cuestión existen diferentes opiniones, pero para tener algún criterio que permita tomar una decisión adecuada podemos empezar preguntarnos, ¿para qué necesita mi hijo un móvil?, ¿ porque tengo que comprarle un móvil?, y en su caso ¿qué modelo de móvil necesita mi hijo?, ¿con qué tipo de tecnología?. Algunos expertos recomiendan el uso de móvil inteligente (con acceso a Internet) a partir de la edad de 14 años. Pero es cierto que el deseo y la presión de los hijos, hace que en ocasiones los padres cedamos antes de lo que sería recomendable.
“whatsapp” ya no es únicamente un sistema de mensajería instantanea «se ha convertido en una verdadera red social
Es evidente que no nos debemos sentir culpables por ello, pero de la misma manera que algunos padres reflexionan y no claudican ante la petición de compra de ciertos videojuegos cuando estos superan la edad de sus hijos, o no les dejan ver ciertos programas televisivos que consideran de contenido inapropiado a su edad, quizás en lo que respecta a la telefonía móvil, deberíamos valorar si nuestros hijos están preparados para utilizar aplicaciones de redes sociales y mensajería, como Whatsapp y Snapchat. Y sobre todo tomar en consideración la información que estas plataformas nos dan en cuanto a ¿cuál es la edad mínima para poder abrir perfiles de nuestros hijos en las redes sociales?, así en Twitter, Instagram, Tumblr, Pinterest, Reddit, Snapchat, Google +, Ask.fm nuestros hijos pueden abrirse un perfil con 13 años: en Linkedin y Facebook con 14 años; en Whatsapp con 16 años; en Vine con 17 años, en Youtube, Wechat, FourSquare, Flickr con 18 años o 13 años con permiso parental; en Path con 18 años. Por tanto lo que deberíamos hacer es tomar en consideración esta información y a partir de ella actuar en consecuencia.
Como curiosidad la aplicación de “whatsapp” ya no es únicamente un sistema de mensajería instantanea «se ha convertido en una verdadera red social desde la que los adolescentes crean grupos, agregan a sus amigos e intercambian mensajes, enlaces, fotos, vídeos y archivos de voz. Muchos no encuentran la hora de apagar el terminal móvil por la noche, por si llega un último whatsapp, lo que está generando una nueva adicción denominada, nomofóbia, abreviatura de la expresión inglesa “no-mobile-phone phobia.”
La creación de redes sociales nuevas o sistemas de mensajería instantánea es lo que más atrae a los adolescentes, lo que sorprende a los padres por la gran variedad de redes que utilizan simultáneamente. “Ask.fm”, es una red social que está siendo utilizada por muchísimos adolescentes, es una web que permite a sus usuarios de forma anónima hacer preguntas y obtener respuestas, pero el poder que da el anonimato provoca cruces de amenazas e insultos, siendo un coladero para los pederastas. Se ha convertido en una de las más utilizadas con más de 70 millones de usuarios que apenas superan los 14 años. De hecho, la edad mínima para registrarse está en tan sólo 13 años. Pudiendo advertirse que ya hay una nueva aplicación llamada “Yodel” que funciona como Ask.fm pero con la diferencia de que sólo podrás leer comentarios de personas que se encuentren a un máximo de 10 kilómetros a la redonda.
Otras cuestiones que preocupan a los padres, es el tipo de “fotografías” que de nuestros hijos podemos publicar en las redes sociales. Hemos de saber que la publicación de ciertas fotografías podrían llegar a vulnera el derecho a la imagen, sin olvidar que además esas fotográfica constituyen un dato de carácter personal, por lo que se debería recabar previamente el consentimiento de ambos progenitores o del menor según su edad antes de colgarlas en las redes.
En cuanto al tema del consentimiento, y sin perjuicio de que nuestros tribunales puedan dar nuevas interpretaciones, hoy en día la postura más unánime es la de considerar que si las fotografías van destinadas a familiares y amistades del entorno más cercano de menor, y siempre que se restrinja su privacidad en redes sociales, se podrían difundir sin necesidad de recabar el consentimiento de ambos progenitores.
Pero una cuestión que podría plantear futuros problemas, es la información o imágenes que se publican o cuelgan en la red y que van alimentando su “biografía digital”. De momento no se han producido en España enfrentamientos judiciales entre padres e hijos por el tratamiento que estos han hecho de la información que han difundido de sus hijos por internet, pero nada impide que sea cuestión de tiempo que los menores lleguen a presentar reclamaciones civiles por daños a su imagen, honor e intimidad.
El Grooming o Child grooming y el stalking, principales delitos en medios tecnológicos
Por último, y por tratarse del tema que más preocupa a los padres, vamos a reflexionar sobre los peligros en las redes sociales. El auge de los delitos que se cometen a través de medios tecnológicos, ponen claramente en riesgo la integridad física y psíquica de nuestros hijos. Así tenemos el llamado Grooming o Child grooming que es el acoso cometido por un adulto a un menor de edad, que a través de internet, del teléfono o de cualquier otra tecnología de la información y la comunicación contacta con un menor para proponerle un encuentro y coaccionarlo, entre otros fines.
Es importante que los padres presten atención a los contactos que sus hijos hacen en las redes sociales, de la misma manera que lo hacen con sus amistades. Una vez que alguien ha contactado con nuestro hijo, lo mejor será descubrir y obtener el máximo de información sobre esa persona. El menor debe comprender que, aunque la persona con la que está chateando pueda parecer digna de confianza, en internet uno nunca puede realmente saber quién se encuentra al otro lado, por lo que se debe ser lo más precavido posible.
También encontramos otros delitos como, el stalking-hostigamiento que es el acoso constante de una persona vigilándola, persiguiéndola, contactando con ella a través de medios electrónicos como mensajería instantánea; o la usurpación de identidad que es la actividad maliciosa en la que un agresor se hace pasar por otra persona con la intención de cometer algún acto delictivo: fraudes, ciberacoso, extorsión; y el hacking o ciberdelito que consiste en acceder a un sistema informático sin autorización, como podría ser el ordenador de nuestro hijo al no haber tomado las debidas precauciones que hubieran impedido su acceso. Entre esos medios destacan los Sniffers o escaneadores de puertos, programas que buscan claves, passwords y puertos abiertos y que actúan conjuntamente con otras aplicaciones como reventadoras de claves y nukeadores etc.
Pero sin duda, lo que más preocupa en estos momentos a los padres y centros escolares es el aumento de conocido ciberbullying que es el acoso entre iguales. Consiste en acosar a un individuo o grupo mediante ataques personales por medio de correo electrónico, redes sociales, blogs, aplicaciones de mensajería instantánea (comoWhatsApp). Los móviles son herramientas que están facilitando este tipo de delitos de ciberacoso por la facilidad con la que se difunde la información y la dimensión que adquiere. No hay que olvidar que los Smartphone no son sólo teléfonos, sino ordenadores sofisticados.
Para evitar que nuestros hijos sean víctimas o acosadores hemos de estar muy alerta, prestarles mucha atención, y sobre todo escucharlos cuando intentan explicarnos algún suceso que están padeciendo. Hay que evitar no prestarles atención, y no dar importancia a lo que nos explican, de lo contrario lo único que conseguiremos es que se sientan culpables y nos oculten su sufrimiento, con las consecuencias que ello podría provocar.
¿Cómo los padres y madres pueden detectar un ciberbullying?
En el caso de que nuestro hijo sea víctima de ciberbullying, algunas señales de alerta podría ser: si regresar del centro escolar con heridas o golpes; si comenta que le ponen motes y se burlan de ella; si se queja de que le desaparecen objetos muy a menudo; cuando los cambios de humor o actitud son muy bruscos; si le cuesta concentrarse; si le cuesta conciliar el sueño; sus amigos dejan de comunicarse con ellos como lo hacían antes; si no quiere ir al colegio; si se aísla; si pega o es agresivo con sus hermanos pequeños.
Por el contrario tampoco hemos de dejar de escuchar o tomar en consideración ciertos comportamientos que nuestro hijo pueda estar teniendo en casa o en la escuela y que puedan ser indicativos de ser un posible ciberacosador, por ejemplo: Si cambio de humor con facilidad; si tiene una baja autoestima; si tiene actitudes tiranas con miembros de la familia, si le cuesta controlarse frente a negativas de los padres; si desde el centro escolar se ha llamado en reiteradas ocasiones porque pega, insulta, pone motes, roba a sus compañeros. Si en casa en muchas ocasiones es agresivo, rompe objetos y es violento sin control.
Hay que enseñar a preservar su privacidad. Advertir de la importancia de no compartir información personal y familiar con desconocidos a través de la red (direcciones, teléfonos, escuela a la que van o donde les gusta jugar). Explicar que internet guarda la información durante nuestro tráfico por la red, y en consecuencia dejamos información fácil de rastrear. Hay que enseñar a respetar a los demás en las redes sociales, a no hacer comentarios injuriosos, ni racista, ni sexistas etc. Hay que ayudar a configurar correctamente las contraseñas que las aplicaciones informáticas, programas de mensajeros, videojuegos, chats, etc, puedan requerir. Procurar que entiendan que la descarga o copia ilegal de trabajos ajenos es incorrecto e ilegal, así nos evitaremos disgustos, que nos generen responsabilidades civiles.
Que los niños, niñas y adolescentes puedan crecer seguros en un mundo digital globalizado va a depender de la implicación que nosotros queramos tener y de la ayuda que les demos. Cuanto antes nos familiaricemos con las nuevas tecnologías, antes conseguiremos disfrutar y descubrir las infinitas oportunidades que nos ofrecen. Sin lugar a dudas vale la pena compartir esta experiencia con nuestros hijos.
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