La imagen en el éxito personal

La imagen en el éxito personal

La imagen en el éxito personal

Artículo de Beth Bores, Asesora de Imagen personal y corporativa / Image Consultant en Acc Imagen 

Tu imagen es una pieza clave en tu éxito personal, en cualquier ámbito.  No lo dudes.  Jamás. Si bien es cierto que lo importante es tu interior, no lo es menos que el envoltorio, el packaging, hará que tu interlocutor decida o no adentrarse a ese interior.  Y de ahí la importancia de la tan conocida primera impresión.

TIENES SOLO UNOS SEGUNDOS… APROVÉCHALOS

Estudios sociológicos, psicológicos y científicos sugieren que causas tu primera impresión casi instantáneamente en base a tu apariencia, tu comportamiento y tu comunicación.  Y que esa primera impresión que causas te acompaña por largo tiempo.

Sería maravilloso pensar que tus opiniones son racionales, objetivas y lógicas.  Pero la realidad es que todos los días tomas decisiones mayoritariamente inconscientes sobre qué personas y qué productos incorporarás a tu vida.  Y lo haces en segundos. Son decisiones basadas en corazonadas, en instintos o en algún procedimiento bastante alejado de la investigación analítica y racional.  En realidad, tus opiniones se forman prestando atención a determinadas características externas de una persona o un producto a las que asocias determinadas cualidades internas, e invisibles, que crees que esos rasgos externos reflejan.  Y no te culpes por ello.  Este es un proceso cognitivo que escapa a la voluntad.  Así es como funciona tu cerebro, y lo hace en el plano del subconsciente, totalmente fuera de tu control.  Lo hace tu cerebro, lo hacía el de la Madre Teresa de Calcula y también el de Al Capone.  No importa que seas mejor o peor persona.  Es un proceso cerebral inconsciente, o subconsciente.

Es importante que entiendas esta parte del proceso en la formación de la primera impresión para entender también cuán críticos son estos escasos segundos de que dispones para causar una buena impresión.

El ser humano es eminentemente visual.  El 90% de la información que procesa tu cerebro es visual.  Y esa información visual se procesa en el cerebro 60.000 veces más rápido que las palabras.

¿Significa eso que las palabras no importan?

Tamaña afirmación sería quizás exagerada.  Sin embargo, hay que señalar que en esos escasos segundos que cuentas para causar la primera impresión quizás no te dé tiempo a decir mucho. O nada. Pero lo que es más importante todavía es que entiendas que si tus palabras contradicen  lo que proyecta tu imagen visual, tu interlocutor percibirá falta de coherencia.  Y no hay saboteador más peligroso para tu imagen personal que la falta de autenticidad.

Por lo tanto, es fundamental ser capaz de gestionar todas las dimensiones de tu imagen para que proyecte un mensaje coherente.

EL ACC DE LA IMAGEN PERSONAL

Tu apariencia, tu comportamiento y tus habilidades de comunicación son el trípode sobre el que se asienta tu imagen personal.

  1. APARIENCIA. Es tu imagen visual. Completa, de pies a cabeza. Ello engloba la ropa vistes, en los colores que más armonizan con tu piel, pelo y color de ojos, los cortes, largos y patrones de ropa que más favorecen tus proporciones y escala corporales, estilos adecuados a tu edad, rol, personalidad, estilo de vida, tu peinado, que sea adecuado a tu edad, fisionomía y trabajo, tus accesorios (los justos para complementar tu atuendo y en el tamaño y localización apropiados para tu tipo de cuerpo y proporciones), tu cuidado personal (cabello, uñas, dentadura, aliento, olor corporal),  tu postura, tu forma de caminar, tu expresión facial, tu sonrisa.
  1. COMPORTAMIENTO. Tu actitud y tu comportamiento hacen una gran diferencia en cómo los demás te ven y te juzgan. Es lo que llamamos experiencia de imagen, y engloba normas de etiqueta. Sí, sí, etiqueta. Y no, no está pasada de moda. Saber las reglas para estar cómodo en todas las situaciones y hacer sentir cómodos a los demás jamás pasará de moda. Pero el área del comportamiento engloba también la actitud. Recuerda aquel dicho de Maya Angelou “La gente olvidará lo que dijiste.  La gente olvidará lo que hiciste.  Pero la gente jamás olvidará cómo les hiciste sentir”.  Saluda cuando llegues a la oficina y despídete cuando te vayas.  Ten detalles de atención con tus colegas.  No interrumpas cuando hablen.  No ningunees a nadie. Aplaude los logros de tus compañeras y compañeros.  Haz que la gente que interactúa contigo se sienta siempre valorada, respetada y apreciada, y conseguirás que todo el mundo quiera trabajar en tu equipo, contratarte, votarte, tener una segunda cita.
  2. COMUNICACIÓN. La comunicación es la capacidad de expresar tus pensamientos y que los demás te entiendan.  Nos comunicamos tanto a través de nuestras palabras (comunicación verbal) como de nuestro cuerpo (comunicación no verbal).  Por lo tanto, tienes que conseguir siempre que tu lenguaje no verbal apoye y confirme el mensaje de tus palabras.  La claridad de ideas, un vocabulario amplio y ajustado al público al que te diriges, proyectar confianza y seguridad en lo que dices a través de un lenguaje corporal abierto,  dirigiendo tu cuerpo hacia tu interlocutor o tu audiencia para demostrar atención y valorar su presencia.  Todo ello son atributos que mejorarán tu capacidad de comunicación y  te permitirán conectar con tu audiencia.

En conclusión, la buena gestión de tu imagen personal hará que te proyectes como una persona segura, confiable, con una buena autoestima y valor de si mism@.  Y tal y como tú te percibas a ti mism@, serás percibid@ por los demás.

Artículo escrito por Beth Borés, experta en imagen personal y corporativa.

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